lunes, 29 de diciembre de 2008

Facebook y su concepto de obscenidad…

Hace más de un año que la red social cibernética Facebook decidió eliminar de sus páginas toda foto de una madre lactando en la que se vean expuestos sus pechos. La red tiene una política prohibiendo las fotos de desnudos para evitar la promoción de la pornografía por personas poco escrupulosas. Creemos que esta es una buena política pero, definitivamente, no debe incluir a una mujer dando el pecho a su bebé.

Clasificar a una madre dando el pecho como algo obsceno o pornográfico es producto de la aberración de sexualizar los pechos. En muchos de los países occidentales industrializados el contexto cultural del amamantamiento toma forma de cuatro presunciones fundamentalmente falsas: (1) el propósito primario de los pechos de la mujer es para el sexo, no para alimentar a los hijos; (2) el pecho sirve sólo una función nutricional; (3) los pechos deben limitarse a los infantes bien pequeños; y (4) el amamantamiento, como el sexo, es apropiado sólo cuando se hace en privado.

En nuestra cultura mucha gente, incluyendo mujeres, definen los pechos de la mujer primariamente, como objetos sexuales y como un foco de erotismo. Esto se refleja en muchas áreas de la cultura: en las circunstancias “normales en las que el pecho puede ser expuesto” el fenómeno de la cirugía cosmética de la mama, en la asociación de los pechos para placer sexual, y en las reacciones de la gente cuando ve mujeres usando sus pechos para alimentar a sus crías. Existen circunstancias normales en las que los pechos pueden ser expuestos: actividades nocturnas, en fiestas (trajes con escotes); por el contrario, el mismo traje en la oficina o la iglesia es inaceptable; y en la playa. En la industria de publicidad para vender ropa interior, cervezas y cigarrillos, se usan mujeres con pechos grandes como algo sexy, hermoso y esencial para atraer a los hombres. Por otro lado las modelos son extremadamente flacas y muchas de ellas se hacen cirugía de aumento de busto para cumplir con el estándar.

Nos preguntamos, para ahondar en esto, ¿son los pechos glándulas intrínsecamente eróticas? No existe evidencia científica para decir esto; de hecho en un informe sobre el comportamiento sexual de 190 culturas en el mundo (ver Stuart-Macadam & Dettwyler, 1995) se encontró que sólo en 13 de las culturas los hombres veían los pechos de la mujer atractivos. En 9 los hombres preferían los pechos grandes, en 2 los hombres preferían los pechos alargados y en 2 los preferían redondeados y elevados. Solo 13 de estas culturas reportaron manipulación de los pechos como precursor y estimulador del acto sexual. Los estudios antropológicos demuestran que en la mayoría de las culturas los pechos no son vistos como sexualmente estimulantes, la manipulación de los mismos no es un aspecto común del comportamiento sexual y la mayoría de las mujeres no tienen pechos prominentes. Por lo tanto podemos decir que las glándulas mamarias no son intrínsecamente eróticas, los humanos pueden aprender a ver los pechos como sexualmente atractivos, y todas estas visiones son culturalmente aprendidas.

Cuando pensamos que el pecho sirve sólo una función nutricional y que los pechos deben limitarse a los infantes bien pequeños influenciamos en la visión sexual de los pechos. Estamos implicando, además, que estos son solamente para dar leche, y que la alimentación artificial y el amamantamiento pueden equipararse. No existe una razón entonces para que un niño de un año amamante. Esta posición ha sido explotada grandemente por los fabricantes de leche artificial que fomentan el destete temprano, tan temprano como el hospital, y le venden a las mujeres mediante mercadeo agresivo la idea de que dar leche en botella es más fácil, cómodo, estético, que los niños no se engríen y son más independientes. Está comprobado científicamente que todo esto es incorrecto y que la alimentación artificial tiene unos riesgos enormes para la salud de las mujeres y sus hijos. El amamantamiento es importante para el desarrollo del apego, sirve como protección inmunológica, y fomenta el desarrollo neuromotor y psicológico del niño. Ver el amamantamiento sólo como una forma de alimentar a un niño limita su práctica y crea en las madres la idea de que cada vez que el bebé pide el pecho lo hace porque tiene hambre, creando en ellas dudas y desconfianza en su capacidad para nutrir física y emocionalmente a su bebé.

La presunción de que el amamantamiento, como el sexo, es apropiado sólo cuando se hace en privado presenta la imagen del amamantamiento como algo cuasi-sexual, y lo convierte en un comportamiento adecuado sólo para hacerse en privado, limitando la vida social de la madre. En Puerto Rico se les ha pedido a mujeres que no lacten en restaurantes o lugares públicos (el reciente caso de Brookstone, en Plaza Las Américas). Muchas madres de trotones prefieren no lactarlos en público por miedo a la crítica. En EEUU ha sido necesario legislar para descriminalizar la lactancia en público en alrededor de treinta estados para proteger a la madre y a su bebé, estableciendo que la lactancia no es un comportamiento criminal. En Puerto Rico se hizo recientemente lo mismo con la ley 95 de abril de 2004.

La sexualización de los pechos ha creado prácticas de alimentación y crianza adversas al establecimiento de la lactancia materna. Existe en nuestro país una cultura de desinformación, donde tanto los medios como los profesionales de la salud brindan la información convenientemente, aportando considerablemente a las presunciones antes discutidas. No estamos implicando que es incorrecto, inmoral o pervertido experimentar placer sexual con la manipulación manual u oral de los pechos. No es que este aspecto de la sexualidad sea eliminado. Lo que pretendemos es crear conciencia de que esto es un comportamiento aprendido y no una función intrínseca de los pechos, por lo cual no debe afectar el derecho que tienen las mujeres a amamantar a sus hijos libremente y el derecho que tienen los niños a ser amamantados.

Exhortamos a todas y todos que se unan al grupo de Facebook “Hey, Facebook, breastfeeding is not obscene!”, una petición a Facebook que cuenta con más de 80,000 miembros para protestar por el número de fotos que han sido eliminadas del sitio. El 28 de diciembre este grupo convocó a una tetada cibernética que consiste en modificar la foto del perfil sustituyéndola por una en la que una madre amamante a su bebé y cambiar el estatus con la frase “¡Hey Facebook, la lactancia materna no es obscena!”.

Ana M. Parrilla Rodríguez, MD, MPH, FABM

Referencias
 Carter P. Feminism, Breasts and Breast-Feeding. New York: St. Martin’s Press; 1995.
 Maher, V. (ed). (1995).The Anthropology of Breast-feeding – Natural Law or Social Construct. Oxford: Berg Publishers Limited.
 Kilbourne, J. (1999). Deadly Persuasion - Why women and girls must fight the addictive power of advertising. New York, NY: The Free Press.
 Scott, J.A., & Mostyn, T. (2003). Women’s Experiences of Breastfeeding in a Bottle-Feeding Culture. Journal of Human Lactation, 19, 270-277.
 Small, M. (1998). Our Babies, Ourselves. New York, New York: Anchor Books.
 Stuart-Macadam, P., & Dettwyler, K. (Eds). (1995). Breastfeeding – Biocultural Perspectives. New York: Aldine de Gruyer.